sábado, 2 de mayo de 2009

NARCISISMO Y TRANSFORMACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA.


El carácter distintio del American Way of life:
para Baudrillard América es la última sociedad primitiva contemporánea y se escenifica en formas de distanciamiento, en el paisaje de los grandes desiertos y carreteras, que dejan entrever una profunda soledad, una inclinación a la muerte que yace bajo el optimismo americano, como símbolo de la decrepitud del capitalismo tardío, en la tierra de las oportunidades. Y es que el american dream se ha convertido en un insomnio de banalidad e indiferencia.
Los Estados Unidos han realizado la desterritorialización de la identidad, la diseminación del sujeto y la neutralización de todos los valores, la muerte de la cultura bajo el régimen de la mortandad de los objetos. Es una "cultura" ingenua, primitiva, no conoce la ironía, no se distancia de sí misma, no ironiza sobre el futuo ni sobre su destino, se realiza en sus sueños y en sus pesadillas.
La personalidad narcisista del americano no conoce límites entre ella y el mundo y exige la gratificación inmediata del deseo. Sus consecuencias son:
Las cargas de la vida familiar idealizada, personas destinadas a permanecer siempre como extraños, una silenciosa y pasiva masa de espectadores que observa la personalidad de unos pocos en los medios de comunicación , rasgos y consecuencias del american way of life.
La construcción del sentido social se desplaza del espacio de la política hacia un mundo que no tiene historia, solo pantalla. Son las nuevas formas de producción, las de un nuevo universo simbólico en donde se resignifican las viejas utopías mediante un proceso de descontextualización que las convierte en imágenes sin historia, en mercancías...
Los actores políticos juegan su rol hegemónico en la construccion de sentido en cuanto perpetran el secuestro de nuestra moral. El desprestigio de lo político y con ello el de nuestras instituciones, una compleja organización multinacional articulada según un modelo gansteril, nuestra via cotidiana asignada por las abusivas relaciones mercantiles y una significativa disminución de las relaciones interpersonales sin fines de lucro son, según Baudrillard otros rasgos a señalar.
Pese a todo también las celebridades están sujetas a procesos de obsolencia y caducidad, se da una rotación de celebridades, ninguna puede erigirse en ídolo personalizado. Hay como un entusiasmo perpetuo y pasajero, hay más estrellas pero menos inversión emocional en ellas, revivals con nostalgia decretada, ideadas como estrategias de marketing.
Hay también un aspecto "mitológico" en el capital con la sacralización de productos tales como Coca Cola, Cadillac, Mac Donald´s, rebasando los límites de lo político e instalándose en el inconsciente colectivo.
Un nuevo ethos, una forma de ir por el mundo, ya no como recolector, cazador o productor, ni siquiera como consumidor, sino como el agente del desperdicio, del derroche...

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