domingo, 6 de junio de 2010

LA TENTACIÓN DE LA INOCENCIA.


Pascal Bruckner nos llama a reforzar nuestro sentido de la responsabilidad. Detecta ciertas patalogías propias del mundo occidental: el infantilismo y la victimización.
Una exigencia de protección, de seguridad, se plantea con una avidez sin límites. A cambio se pretende no tener ninguna obligación. La cada vez más extendida victimización nos lleva a pretender formar parte de un grupo de perseguidoa y a preferir ser víctimas a las que la sociedad nos debe una reparación. Una sociedad llena de entes biendolientes que compiten y rivalizan por unos supuestos agravios padecidos que tienen mucho de irreales.



Todo ello no son sino estrategias de irresponsabilidad. La negación del deber, el intento de tener un crédito infinito, es algo que tiene mucho que ver con el individualismo contemporáneo. Por un lado se da la búsqueda ansiosa de la aprobación de los demás y la reivindicación de la suficiencia y el rechazo a la norma, aunque en el fondo poca gente asuma el poder ser diferente.



La cultura de la queja tiene efectos siempre negativos para la convivencia social. Fenómenos tan curiosos como la tendencia a recurrir a los tribunales ante cualquier adversidad están cada vez más extendidos. Advierte también del peligro de concebir las relaciones humanas como una guerra constante. Se trata en realidad de buscar enmascarar unos privilegios, nos dice Bruckner, cuando en realidad no somos los verdaderos desheredados.



Son nuevas patologías sociales y nuevos tópicos políticamente correctos.

CONFESIONES DE UN SICARIO ECONOMICO