sábado, 2 de mayo de 2009

LA COSA (T SCHARFMANN)

Primeramente voy a proceder a ver si lo que tengo entre mis manos es un ser animado porque su función biológica me es desconocida: a pesar de rogarle encarecidamente que me diga su nombre no me responde. Le pregunto varias veces en mi propio lenguaje: ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? pero no se comunica, podría ser que porque no quiere pero me inclino a pensar que es como mi pelota porque no tiene voz ni emite sonido alguno o respuesta. Tampoco sabe volar (lo levanto y lo dejo caer y no emprende el vuelo) ni andar sobre la coronilla, no tiene rabo ni escamas por lo que parece no ser un animal, y es que tampoco tiene rabo, repito, eso seguro, y eso ya lo convierte en algo distinto a mí.Su tamaño es invariable, su longitud, su anchura y su grosor son siempre iguales, a pesar de mis zarandeos y mis mordisquitos sigue igual ( por su forma puedo decir que es como el recipiente en el que bebo pero menos profundo y algo más pequeño).Seguidamente procedo a olisquearlo: es un olor neutro que no calificaría como desagradable (no está podrido, es comestible) pero sí que tiene poco olor y no me apetece comérmelo. Aún así lo lamo y está ligeramente dulce pero no me lo comería.Está provisto de un filo algo cortante, lo noto en la lengua, aunque no tanto como el de otras cosas que alguna vez me han herido al mordisquearlas, y tiene un cierto colorido que me atrae, aunque yo por desgracia veo bastante mal y casi todo en grises. Si paso mi morrito por su canto veo que tiene varias secciones que se abren y se mueven, y que ese filo sabe abanicarme la puntita del morro y hacerme cosquillitas cuando lo acaricio con las patas y lo olisqueo. Además emite un ruidillo agradable, como si fueran hojas mecidas por el viento. Luego sí que es capaz de emitir un cierto sonido y puede resultar a veces agradable al tacto aunque ya he dicho que, según cómo te aproximes a él, porque el filo cortante puede hacerte sangrar también si no lo tratas con cuidado. Esta provisto de un colorido irregular pero chocante, en la parte de atrás es como si hubieran caído manchas sobre él. Al no saber leer no puedo entender lo que está escrito en él y saber si me cuenta algo pero sí que reconozco a seres entusiasmados y felices que me saludan desde la superficie y yo les miro y muevo mi rabito y les saludo. Son como mi amo y levantan las manos y se mueven como él cuando está con otros de su condición y me imagino que hay mucho ruido y tenemos calor y todos bebemos, por lo que me imagino también que me van a tirar una pelota o un palo, o que les está pasando algo divertido. Agarrando la cosa con mi boca se ha abierto y se han separado algunas de sus partes, cojo una de esas partes con una pata y la sujeto y tiro de ella y levantándola observo que tiene varias capas más: La primera es negra con manchas blancas y amarillas, la segunda es blanca con diversos colores. Si la muevo más se va abriendo como un abanico y observo otras cosas y las ladro, y las muerdo con los dientes, ahora ya con rabia, por el placer de destruirlas, por las ganas que tengo de romper por romper. Aprovecho la ocasión para hacer notar que tras un examen exhaustivo, la cosa me empieza a aburrir, creo que todo esto ya no da más de sí y lo abandono para buscar cosas más interesantes por el jardín, que huelan mejor y sepan mejor, y sobre todo que se muevan. Estoy en un lugar donde siempre suceden cosas extraordinarias y gratas, donde todo es posible, voy a ver si me acerco cuánto antes a olisquear lo que se mueve, a chupar lo que está rico o bien me tumbaré al sol y me quedaré dormido y soñaré con la cosa o con otras cosas...Tras haber movido de todas las formas posibles la cosa, repito, no me divierte y me decido a agarrarla con fuerza entre mis patas y a destruirla o al menos y a quedarme con algo que me sirva, lo que más me guste, y a escarbar la tierra con mis patitas y a enterrar, consigo arrancar un trozo y en ese momento oigo gritos y luego siento un golpe en el lomo, me duele, aúllo, y me doy cuenta de que no debería haberla tocado.NO ERA MÍO. ERA DEL AMO.

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