jueves, 27 de mayo de 2010

I AM WHAT I AM

"I am what I am" es la última ofrenda del marketing al mundo, la última etapa de la evolución publicitaria: ser diferente, ser uno mismo, beber Pepsi.

Soy lo que soy. Mi cuerpo me pertenece. Yo soy Yo, tú eres tú y la cosa va mal.
Personalizacion de masa. Individualización de todas las condiciones: de vida, de trabajo, de desdicha. Esquizofrenia difusa. Depresión servil. Atomización en finas partículas paranoicas. Histerización del contacto. Cuanto más quiero ser YO, mayor es mi sentido de vacío. Cuanto más me expreso, más me agoto. .. Yo tengo, tú tienes, nosotros tenemos nuestro YO como una taquilla fastidiosa... Nos asumimos hasta la ruina.
Mientras tanto,YO controlo. La búsqueda de mí mismo, mi blog, mi piso, las últimas tonterías de moda, las historias de pareja, de ligues. ¡cuántas prótesis se necesitan para ostentar un YO!
...MULETAS EXISTENCIALES. El minusválido es el modelo de la ciudadanía que viene. Se reivindica el subsidio universal para él.
La conminación a ser alguien, a ser fuerte, todo parece adquirir un aspecto terapeútico. La sociabilidad hecha de mil pequeños nichos, de refugios, en los que uno está al calor. Uno está sordamente ocupado tiritando junto a los demás. Una gigantesca reserva de lágrimas siempre a punto de desbordarse.
I AM WHAT I AM.
Nunca la dominación había encontrado una consigna menos sospechosa. El mantenimiento del YO en un estado de semirruina permanente, en una semiinsuficiencia crónica, es el secreto mejor guardado del orden de cosas actual. El YO débil, deprimido, autocrítico, virtual, es por esencia ese sujeto infinitamente adaptable que requiere una producción fundada en la innovación, la alteración constante de las normas sociales, la obsolescencia acelerada de las tecnologías. La flexibilidad generalizada, el consumidor más voraz...
¿QUÉ ES LO QUE SOY ENTONCES?
Algo atravesado desde la infancia por flujos de leche, olores, historias, sonidos, canciones infantiles, substancias, gestos, ideas, impresiones, miradas, cantos y comidas. Algo vinculado por doquier a lugares, sufrimientos, antepasados, amigos, amores, acontecimientos, lenguas, recuerdos, a toda clase de cosas que, sin duda alguna, no son YO. Todo lo que me ata al mundo, todos los vínculos que me constituyen, todas las fuerzas que me pueblan, no tejen una identidad, como me incitan a proclamar, sino una existencia singular, común, viva y de la que emerge, en algunos puntos, este ser que dice YO.
ESA TONTA CREENCIA EN LA PERMANENCIA DEL YO, Y DE LA ESCASA ATENCIÓN QUE PRESTAMOS A LO QUE NOS CONSTITUYE.

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