jueves, 27 de mayo de 2010

I AM WHAT I AM (TWO)

Occidente lanza por todas partes, como su caballo de Troya favorito, esa pesada antinomia entre el YO y el mundo, el individuo y el grupo, entre ataduras y libertad...
La libertad de desarraigarse ha sido siempre el fantasma de la libertad. "I am what I am" es una campaña militar, un grito de guerra dirigido contra todo lo que hay entre los seres, contra todo lo que les liga de forma invisible, todo aquello que obstaculiza la perfecta desolación, todo lo que hace que existamos y que el mundo tenga, en todas partes, un aspecto de autopista, de parque de atracciones o de ciudad nueva: tedio puro, sin pasión y bien ordenado, espacio vacío, helado, por el que ya sólo transitan cuerpos matriculados, moléculas automóviles y mercancías ideales.

Francia es la patria de los ansiolíticos. El paraíso de los antidepresivos. La meca de la neurosis. La enfermedad, el cansancio, la depresión, síntomas individuales. Trabajar por el mantenimiento del orden existente. Ajustarme docilmente a unas normas frágiles, modernizar mis muletas.
"Hay que saber cambiar."


Todo lo que conspira para normalizarnos conspira para amputarnos.
El YO no es lo que está en crisis en nosotros, sino la forma en la que se intenta imprimirnos. Se pretende convertirnos en yoes bien delimitados, bien separados, clasificables, controlables, cuando somos criaturas entre las criaturas, singularidades, carne viva tejiendo la carne del mundo. La inteligencia no es saber adaptarse. La inadaptación y el cansancio son problemas para quien quiere someternos. Nuestra inadaptación hace emerger un paisaje mucho más destartalado pero susceptible de compartirse.
Porque no estamos deprimidos. Estamos en huelga. La depresión es un adios, un paso, hay que medicar a los demasiado vivos. Detectar desde los tres años cualquier trastorno de comportamiento.
LA HIPOTESIS DEL YO SE FISURA POR DOQUIER.

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