sábado, 12 de junio de 2010

ZEN EN EL ARTE DE ESCRIBIR.


Hay tres palabras que Ray Bradbury pone en grande: TRABAJO, RELAJACIÓN y NO PENSAR.

Trabajo es una palabra a veces repulsiva pero si conseguimos que el trabajo y la experiencia sean copartícipes cambia su aspecto. Si el dinero se vuelve objetivo, meta y fin, si no estar ocupados nos culpa, si en nuestro tiempo libre nos seguimos inventando trabajos y actividades, todo degenera. El trabajo literario ideal ¿es una hora ociosa al mediodía para crear?

La meta en el trabajo sería según Bradbury estar interesados en la creatividad y buscar y conseguir estar relajado y no pensar en otras cosas. Estar interesados no en la fama o el dinero sino en lo creativo, buscar un trabajo sincero y bien hecho. ¿Pero es posible trabajar y relajarse a la vez?

Lo importante es trazarse un programa: Mil o dos mil palabras al día en los próximos 20 años fue su lema. Porque solo de la experiencia surge la calidad.

Veamos ahora como se consigue aunar trabajo y relajación:

Todas las artes son la eliminación del exceso de movimiento a favor de la declaración concisa. El artista aprende a omitir. Luego su arte está en lo que NO dice, lo que OMITE, en la habilidad para exponer con emoción clara. Para ello es necesario estar relajado. Aprender del fracaso es las primeras etapas. hay que luchar por no apagarte, por no endurecerte, por no ponerte nervioso, por no dañar el proceso creativo, por no dejar de trabajar. Porque si continúas trabajando tu creatividad acabarás relajándote y no pensarás en otras cosas.

Cuando el escritor se relaja acaba pensando bien. Empiezas a verte e intentas escribir tu propia historia.

En los primeros años también es importante imitar porque tardarás años en dar con la historia original que llevas dentro. Como en el tiro con arco tienen que pasar años para aprender la acción de tensar el arco, colocar la flecha, para dominar otros procesos tediosos, enervantes, que permiten que la cuerda se suelte de la forma adecuada y que la flecha se dispare hacia el objetivo.
Otros consejos más del amigo Ray:

Lo que el escritor tiene que contemplar no es su ombligo sino a sus personajes.

Sabio es el escritor que conoce su inconsciente y lo deja hablar al mundo. Es su verdad.

Dos mentiras: es mentiroso escribir para que un grupo esnob nos recompense con fama.
Es mentiroso escribir para que el mercado comercial nos recompense.

UNA RECOMENDACIÓN:
Leed Crónicas Marcianas de Ray Bradbury. Más que ciencia ficción, pura POESÍA.

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