sábado, 12 de junio de 2010

CHANTAL MAILLARD: ORIENTE Y OCCIDENTE.


La mentalidad científica occidental pretende dominar la naturaleza, establecer leyes que rigen fenómenos y transformar el medio. Habla de evolución, de progreso, defiende un esquema linea mientras que Oriente permanece atento y defiende un esquema circular. Por eso en Occidente la historia nos ha llevado a un callejón sin salida. Cuando el ser se topa con el no-ser, cuando el orden se convierte en caos, cuando lo que creemos bien definido se difumina, nos damos cuenta de que la materia que pisamos no es sino la piel escamosa del dragón dormido. Tememos despertar al dragón. Tememos que se derrumbe nuestro universo conceptual. Pero hay una pérdida evidente de sentido. Pronunciamos muchas veces, aunque lo temamos, la frase: ESTO NO TIENE SENTIDO.

Hemos querido elaborar una teoría verdadera del mundo basándonos en la razón pero luego, tras las dos Guerras Mundiales, tras el horror del Holocausto, aparece el final de todas las certezas, la imposibilidad de seguir creyendo en los discursos universales.

Quizás ello nos posibilita a entender los principios de la sabiduría china para contemplar y entender el universo, el orden de los cambios, para deconstruir las cosas, convirtiéndolas en simples sucesos, en apariciones comprensibles.

Chantal Maillard piensa que Oriente tiene mucho que enseñar a Occidente.


En el zen, la meditación nos lleva a una observación de los procesos mentales. Intentaremos ver nuestros pensamientos, los dejaremos pasar sin detenernos en ellos y potenciaremos procesos realizadores que nos lleven a la iluminación. La actividad artística es un excelente instrumento de concentración para el autoconocimiento.
En el arte chino hay que ser capaces de mostrar el Universo en una sola pincelada. Esta es la meta de la estética china. Primera etapa: contemplar el vacío. Intentar expresar el vacío. A
los chinos el vacío les atrae. A los occidentales nos asusta. Ellos no conocen la idea de la proporción griega, del orden, del equilibrio o simetría de la racionalidad occidental. Para nosotros el vacío es el abismo que nos da vértigo porque hay ausencia.En la estética zen el artista esboza un caballo para indicar el salto y en los espacios blancos expresará la energía que es por azar un caballo pero que podría ser todas las demás cosas. Es decir, se trata de sugerir una idea en muy pocos trazos. O proyectar una imagen en pocos versos. Se dice sin decir y el que lee completa.

Oriente elaboró además la primera teoría del subconsciente de la que tenemos referencia. El análisis de los procesos de conciencia les llevó a darse cuenta de que el Universo es una creación de la mente que no tiene realidad fuera de ella.

Otras escuelas defienden la idea del vacío y el silencio: silencio interior y estado de vacuidad. Esto se traduce en el deseo de trascendencia en el ámbito cotidiano, tanto en la contemplación como al hacer cosas: el esfuerzo es lucha y cuando cesa, se llega a la unidad. Efectuando cada acto con absoluta atención se llega a la iluminación.

"CUANDO COMAS, COME Y CUANDO DUERMAS, DUERME. DA SUMA IMPORTANCIA A LOS ACTOS COTIDIANOS. LO SIMPLE, LO INMEDIATO, LO NATURAL, TIENEN UN INMENSO VALOR."

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